HISTORIA

CONOCE NUESTRA

1529, LA FUNDACIÓN DE “EL COECILLO”

En el lejano 6 de julio de 1529, en una época donde los mares eran inexplorados y las coronas tejían historias de conquista, el rey Carlos I de España extendió su mano real hacia Hernán Cortés, otorgándole el prestigioso título de Marqués del Valle de Oaxaca. Sin embargo, la travesía de Cortés lo llevó primero a las costas de Veracruz, donde un Terrateniente de renombre, que se decía también era su primo, estableció su presencia en el Estado de México.

En ese lugar, en lo que los indígenas llamaban “CU-templo,” y que con el tiempo se transformó en “COECILLO,” se construyó una casa que daría inicio a la Hacienda de SAN GERÓNIMO en 1533, en honor al santo patrón de la región en tiempos virreinales.

BASTIÓN DE AGRICULTURA Y GANADERÍA

Fue en el Estado de México, alrededor de 1570, cuando la palabra “hacienda” comenzó a resonar, marcando el inicio de un capítulo distinto en la historia de estas vastas propiedades.

Estas haciendas, dotadas de una infraestructura incomparable, se erigieron como bastiones de producción que integraban agricultura, ganadería e industria. Cultivaban cereales, criaban ganado, albergaban obrajes, tenerías y curtidurías, entre otras maravillas.

FACHADA HISTÓRICA

En 1703, se añadió otro capítulo a esta historia, cuando los jesuitas fundaron un convento en la zona. Sin embargo, en 1767, la Compañía de Jesús fue expulsada de los dominios españoles, dejando atrás una capilla que con el tiempo fue saqueada, aunque aún se mantuvo en pie parte de su fachada que da acceso a la huerta.

Luego, en 1864, llegaron a tierras mexicanas Maximiliano de Habsburgo y Carlota, instaurados por Napoleón III, quienes intentaron reformas para estabilizar el país. Maximiliano estableció su cuartel general en el convento de la Cruz en Querétaro, donde redactó leyes en favor de las clases marginadas.

En un curioso giro del destino, el 22 de abril de 1867, Carlota se refugió en la entonces Hacienda de San Gerónimo (EL COECILLO) durante un viaje hacia Querétaro, sorprendida por una granizada que la obligó a pasar dos noches en este histórico lugar.

REFUGIO DE LA EMPERARTIZ CARLOTA

En 1938, la Hacienda cambió de manos y Don Faustino de la Fuente Junco asumió la responsabilidad, no solo llevando su contabilidad sino convirtiéndose en uno de los principales productores de maíz en el Estado de México.

En 1956, Fidel Jacob Heló, esposo de Virginia De la Fuente Pandal, hija de Don Faustino de la Fuente Junco, se hizo cargo de la Hacienda y se dedicó a la crianza de la raza de Borregos Suffolk.

Finalmente, en 2017, la Hacienda fue restaurada con amor y respeto por Fernando Jacob De la Fuente, en homenaje a su abuelo y padre, manteniendo viva la llama de la historia.

FUTURO EMOCIONANTE

El año 2019 trajo un descubrimiento emocionante: se encontró una habitación secreta contigua al lugar donde Carlota pasó aquellas dos noches.

Y ahora, en 2022, LA HACIENDA EL COECILLO abre sus puertas por primera vez en su larga historia, dispuesta a recibir todo tipo de eventos y compartir con el mundo su increíble y cautivadora historia.

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La visita a la Hacienda El Coecillo es una oportunidad para conocer los maravillosos espacios que ofrece para la realización de eventos.

No pierdas la oportunidad de visitar esta increíble locación y descubrir todo lo que tiene para ofrecerte. ¡Te esperamos con los brazos abiertos!

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